BETT 2013: cuatro conclusiones y una reflexión

Nos hemos ido a Londres a visitar Bett 2013 y regresamos con la cabeza llena de ideas. Es lo que tienen las ferias, son como un concentrado super-estimulante y agotador.

Para los que no lo conozcan, Bett es una de las mayores ferias del mundo de educación y tecnología: 42.000 visitantes este año, 30.000 el año pasado. Un Importante incremento que se refleja año a año, lo que demuestra el interés creciente de los educadores por las nuevas tecnologías y el mercado que se abre para empresas innovadoras.

Esta es una feria netamente #edutech o #edtech (según el idioma). La industria que acude está centrada en tecnología y educación.

Aquí no tienen presencia las editoriales que no apuestan claramente por la integración tecnológica o los fabricantes de productos educativos no tecnológicos.

A diferencia de ediciones anteriores, este año la feria se ha trasladado a las instalaciones del nuevo ExCel, más amplias y organizadas, y bien comunicada por el metro ligero (Docklands Light Railway). Una señal más del crecimiento del sector.

También destacamos el aumento del número de expositores extranjeros, empresas tecnológicas orientadas hacia la educación y con una proyección interesante para los próximos años.

Una cosa es cierta: si es la primera vez que visitas BETT seguro que te entusiasma el movimiento, la cantidad de productos digitales que hay, speakers, presentaciones, conferencias y mucho, mucho bullicio.

De lo que más nos gustó fue el área de las start-ups, las empresas de nueva creación donde encontramos una presentación organizada con mucha gracia, casi como un concurso, en el que los fundadores de estas jóvenes empresas saltaban a una tarima para presentar su proyecto, producto o servicio, y atender a las preguntas de la audiencia. Ideas buenas, buscando financiación y… con brevedad. Exactamente cinco minutos, clavados. En cuanto se excedía un orador unos segundos del tiempo concedido, aparecía el presentador y los sacaba de la tarima sin miramientos. Y todo aderezado con ese humor ácido, tan British. Recomendable.

Conclusiones:

  1. Nuestra primera conclusión está implícita en los primeros párrafos. La tecnología aplicada a la educación es un sector en expansión, donde hay mucho por hacer y en el que aparecen cada vez más y más empresas ofreciendo productos y servicios.
  2. La feria crece pero no encontramos muchas novedades, nada que nos sorprenda. No es nuestro primer Bett y esto influye, sin duda. Cada año hay mas presencia de grandes y pequeñas empresas tanto de hardware como de software pero los productos son en su mayoría continuación de lo que ya conocemos.
  3. Una feria llena de docentes haciendo preguntas y asistiendo a presentaciones… Sin duda crece el interés de los educadores por adoptar y aplicar soluciones tecnológicas en sus centros y en su trabajo. Muchas preguntas sobre que es más conveniente para mi escuela. Ante la creciente oferta, se percibe una importante necesidad de formación o asesoramiento para que los centros puedan tomar las mejores decisiones.
  4. Poca presencia institucional y gubernamental. Los profesores quieren aplicar nuevos métodos y trabajar con nuevas herramientas, pero ¿quién formará a estos profesores con deseos de cambio? Quizás esto nos indica quién es realmente el motor del cambio.

Y para terminar, una reflexión:

Existe una considerable oferta de plataformas on-line, dispositivos, contenidos interactivos, juegos, robots, pero… ¿y ahora qué? ¿cómo integrar todo esto en un sistema educativo que realmente funcione? Esto es lo que parece faltar en este momento. Integración ordenada, con reflexión y análisis. No nos volvamos locos con la tecnología.

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