Malala Yousafzai, la fuerza de las ideas

Malala Yousafzai fue tiroteada por los talibanes por defender el derecho de las mujeres a la educación. Solo tenía 14 años. El pasado mes de Julio cumplió 16 y su historia ya es conocida en todo el mundo, convirtiendo a Malala en la persona más joven nominada al Premio Nobel de la Paz y en una de las voces más autorizadas y escuchadas cuando se habla de educación como derecho fundamental y motor de cambio en el mundo.

Ha sido reconocida por la revista «Time» como una de las 100 personalidades más influyentes del mundo. En 2012 la ONU dedicó un día con su nombre al derecho universal a la educación.

En un conocido show de televisión en EEUU, Malala fue preguntada por el presentador acerca de su reacción al ser consciente de que los talibanes la querían muerta. Su respuesta fue absolutamente elocuente:

“Empecé a pensar en ello y con frecuencia creía que el talibán vendría y simplemente me mataría. Entonces me dije, ‘¿Y si viene que que harás, Malala?’ y me contesté a mí misma, ‘Malala, quítate un zapato y pégale con él.’ Pero pensé, ‘Si pegas a un talibán con tu zapato no habrá diferencia entre tu y el Talibán. No debes tratar a los demás con crueldad y dureza, debes combatir con paz, diálogo y a través de la educación.’ Entonces pensé que le diría lo importante que es la educación y que incluso yo la deseo para sus hijos. ‘Esto es lo que quiero decirle a usted, ahora haga lo que quiera.’

En este #EdWeekendRead* queremos homenajear a Malala, su coraje y su lucha, y publicamos a continuación su discurso ante la ONU del pasado mes de julio.

Gracias Malala.

* Si aún no sabes qué es #EdWeekendRead puedes informarte en este artículo.

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Discurso de Malala ante la ONU, julio 2013

“En el nombre de Dios, el más benéfico, el más piadoso.

Honorable Secretario General de las Naciones Unidas Sr. Ban Ki-Moon, respetado presidente de la Asamblea General Vuk Jeremic, honorable embajador por la Educación Global Sr. Gordon Brown, respetados mayores y queridos hermanos y hermanas: que la paz sea con ustedes.

Hoy es un honor para mí estar hablando otra vez después de mucho tiempo. Estar aquí con gente tan honorable es un gran momento en mi vida y es un honor para mí que hoy llevo puesto un chal de la difunta Benazir Bhutto. No sé por dónde empezar mi discurso. No sé lo que la gente esté esperando que diga, pero en primer lugar le agradezco a Dios para quien todos somos iguales y gracias a cada persona que ha orado por mi rápida recuperación y una nueva vida. No puedo creer cuánto amor me han mostrado. He recibido miles de cartas de buenos deseos y regalos de todo el mundo. ¡Gracias a todos ellos!. Gracias a los niños cuyas palabras inocentes me animaron. Gracias a mis mayores ya que sus oraciones me fortalecieron. Quiero agradecer a mis enfermeras, médicos y el personal de los hospitales de Pakistán y el Reino Unido y el Gobierno de los Emiratos Árabes Unidos, quien me han ayudado a mejorarme y recuperar mi fuerza.

Apoyo plenamente al Secretario General de la ONU Ban Ki-moon, en su Iniciativa para la Educación Global y el trabajo del embajador especial de la ONU para la Educación Global, Gordon Brown, y el respetuoso presidente de la Asamblea General de la ONU, Vuk Jeremic. Les doy las gracias por el liderazgo que continúan ofreciendo. Ellos nos siguen inspirando a todos a la acción. Queridos hermanos y hermanas, recuerden una cosa: El Día de Malala no es mi día. Hoy es el día de cada mujer, cada niño y cada niña que han levantado su voz por sus derechos.

Hay cientos de activistas a favor de los derechos humanos y trabajadores sociales que no sólo están hablando de sus derechos, sino que están luchando para lograr su objetivo de PAZ, EDUCACIÓN e IGUALDAD. Miles de personas han sido asesinadas por los terroristas y millones han resultado heridos. Yo sólo soy una de ellas. Así que aquí me presento. Así que aquí estoy, una niña, entre otras muchas. Yo no hablo por mí, sino por aquellos con una voz que no puede ser escuchada. Aquellos que han luchado por sus derechos. Su derecho a vivir en paz. Su derecho a ser tratado con dignidad. Su derecho a la igualdad de oportunidades. Su derecho a ser educados.

Queridos amigos, el 9 de octubre de 2012, los talibanes me dispararon en el lado izquierdo de la frente.También dispararon contra dos amigas mías. Ellos pensaron que las balas nos iban a silenciar, pero fracasaron. Y de ese silencio nacieron miles de voces. Los terroristas pensaron que iban a cambiar mis objetivos y obligarme a dejar mis ambiciones, pero nada ha cambiado en mi vida, excepto esto: la debilidad, el miedo y la desesperanza murieron para siempre. Nacieron la Fuerza, el Poder y el Coraje.

Soy la misma Malala. Mis ambiciones son las mismas. Mis esperanzas son las mismas. Y mis sueños son los mismos. Queridos hermanos y hermanas, yo no estoy en contra de nadie. Tampoco estoy aquí para hablar en términos de venganza personal contra los talibanes o cualquier otro grupo terrorista. Estoy aquí para hablar del derecho a la educación para todos los niños. Quiero educación para los hijos e hijas de los talibanes y para los hijos de todos los terroristas y extremistas. Ni siquiera odio al talibán que me disparó. Incluso si tuviera un arma en la mano y estuviera de pie frente a mí, yo no le dispararía. Esta es la COMPASIÓN que he aprendido de Mahoma, el profeta de la misericordia, Jesucristo y Buda. Este es el LEGADO DE CAMBIO que he heredado de Martin Luther King, Nelson Mandela y Mohammed Ali Jinnah.

Esta es la filosofía de la no violencia que he aprendido de Gandhi, Bacha Khan y la Madre Teresa. Y este es el PERDÓN que he aprendido (a dar) de mi padre y de mi madre. Esto es lo que mi Alma me pide: estar en paz y amar a todos.

Queridos hermanos y hermanas, nos damos cuenta de la importancia de la luz cuando vemos oscuridad. Nos damos cuenta de la importancia de nuestra voz cuando somos silenciados. De la misma manera, cuando estábamos en Swat, al norte de Pakistán, nos dimos cuenta de la importancia de las plumas y libros cuando vimos las armas.

El sabio refrán «La pluma es más poderosa que la espada» es cierto. Los extremistas tienen miedo de libros y bolígrafos. El poder de la educación les da miedo. Tienen miedo de las mujeres. El poder de la voz de las mujeres les da miedo.

Esta es la razón por la cual mataron a 14 estudiantes inocentes en el reciente ataque en Quetta. Y es por ello que matan a maestras mujeres. Es por ello que estallan y arruinan escuelas todos los días, porque ellos estaban y están con miedo al cambio y miedo a la igualdad que nosotras traeremos a nuestra sociedad. Y recuerdo que había un chico en nuestra escuela a quien un periodista le preguntó «¿por qué los talibanes están en contra de la educación? Él respondió de manera muy simple a la vez que apuntaba hacia su libro, dijo: «un talibán no sabe lo que está escrito en el interior de este libro.»

Ellos piensan que Dios es un diminuto ser conservador que apuntaría con armas a la cabeza de la gente sólo por ir a la escuela. Estos terroristas están haciendo mal uso del nombre del Islam para su propio beneficio personal. Pakistán es un país democrático, amante de la paz. Los Pastunes quieren educación para sus hijas e hijos. El Islam es una religión de paz, de humanidad y fraternidad. Es un deber y responsabilidad el conseguir educación para todos los niños, eso es lo que dice. La paz es una necesidad para la educación. En muchas partes del mundo, especialmente en Pakistán y Afganistán, el terrorismo, la guerra y los conflictos evitan que los niños vayan a la escuela. Estamos muy cansados de estas guerras. Las mujeres y los niños sufren de muchas maneras en muchas partes del mundo.

En la India, los niños inocentes y pobres son víctimas del trabajo infantil. Muchas escuelas han sido destruidas en Nigeria. Las personas en Afganistán se han visto afectadas por el extremismo. Las niñas tienen que hacer trabajo infantil doméstico y se ven obligadas a casarse a una edad temprana. La pobreza, la ignorancia, la injusticia, el racismo y la privación de derechos básicos son los principales problemas que enfrentan tanto hombres como mujeres.

Hoy me estoy centrando en los derechos de la mujer y la educación de las niñas, ya que son las más afectadas. Hubo un momento en que las activistas pidieron a los hombres que luchen por los derechos de las mujeres. Pero esta vez vamos a hacerlo por nosotras mismas. Con esto no estoy pidiendo a los hombres que dejen de hablar en favor de los derechos de la mujer, sino que me estoy centrando en las mujeres, pedirles que sean independientes y luchen por sí mismas.

Así que queridos hermanos y hermanas, ahora es el momento de hablar en alto. Hoy hacemos un llamado a los líderes mundiales para que cambien sus políticas estratégicas en favor de la paz y la prosperidad. Hacemos un llamado a los líderes mundiales de que todos estos acuerdos deben proteger a las mujeres y a los derechos de los niños. Un acuerdo que va en contra de los derechos de las mujeres es inaceptable.

Hacemos un llamamiento a todos los gobiernos a garantizar la educación gratuita y obligatoria en todo el mundo para todos los niños.

Hacemos un llamamiento a todos los gobiernos para luchar contra el terrorismo y la violencia. Para proteger a los niños de la brutalidad y el daño. Hacemos un llamado a los países desarrollados para apoyar la expansión de oportunidades de educación para las niñas en un mundo en desarrollo.

Hacemos un llamado a todas las comunidades a ser tolerantes, a rechazar los prejuicios por motivos de casta, credo, secta, color, religión o agenda; les pedimos asegurar la libertad y la igualdad para las mujeres, para que puedan prosperar. Todas las personas no podemos tener éxito si la mitad están siendo detenidas. Hacemos un llamado a nuestros hermanos de todo el mundo a ser valientes, a abrazar la fuerza dentro de sí mismos y desarrollar todo su potencial.

Queridos hermanos y hermanas, queremos escuelas y educación para el brillante futuro de todos los niños. Continuaremos nuestro viaje hacia nuestro destino de paz y educación. Nadie nos puede parar. Vamos a hablar a favor de nuestros derechos y vamos a traer el cambio a nuestra voz. Creemos en el poder y la fuerza de nuestras palabras. Nuestras palabras pueden cambiar el mundo entero porque estamos todos juntos, unidos por la causa de la educación. Y si queremos lograr nuestro objetivo, entonces debemos fortalecernos a nosotros mismos con el arma del conocimiento y protegernos con la unidad y la fraternidad.Queridos hermanos y hermanas, no debemos olvidar que millones de personas sufren de la pobreza y la injusticia y la ignorancia. No hay que olvidar que millones de niños están fuera de sus escuelas. No debemos olvidar que nuestros hermanos y hermanas están esperando por un pacífico y brillante futuro.

Así que libremos una gloriosa lucha contra el analfabetismo, la pobreza y el terrorismo; levantemos nuestros libros y nuestros lápices, pues son las armas más poderosas. Un niño, un maestro, un libro y un lápiz pueden cambiar el mundo. La educación es la única solución. Educación primero. Gracias.

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